SHIATSU
El Shiatsu es una técnica actual de masaje Japonés, basada en los principios de la medicina tradicional China, en el concepto de energía vital o Ki.
Su finalidad es equilibrar la energía vital y así restablecer nuestra salud, estimulando la capacidad autocurativa que posee nuestro organismo, a través de presiones aplicadas en diversos puntos de acupuntura, utilizando para ello, los pulgares, dedos y las palmas de las manos, sin el uso de ningún instrumento mecánico, ni de ningún tipo, para aplicar dicha presión en la piel.
La sesión de shiatsu se realiza en el suelo, generalmente encina de un futón, (colchón tradicional japonés), fomentando así la seguridad y el contacto con la tierra. Se trabaja en un ambiente agradable, con poca luz, música e incienso, aportando los elementos necesarios para que el receptor pueda relajarse y soltar las tensiones del día a día, permitiendo así que su cuerpo y mente se involucren totalmente.
La actitud receptiva del que recibe el shiatsu contrasta con la capacidad de percepción y trabajo energético del practicante. Las presiones energéticas que se realizan, alternando con los suaves toques, promueven un sutil movimiento energético, desarrollando una gran conciencia corporal.
En ocasiones la vida estresada y agitada de hoy en día, con poco tiempo para encontrarnos con nosotros mismos, hace que nos volvamos insensibles a las señales de nuestro cuerpo. Esta pérdida del esquema corporal provoca dolores, bloqueos energéticos y olvidos en la memoria corporal. De esta forma perdemos la unidad cuerpo-mente, empeorando nuestra salud física e integridad psicológica. Así, podemos concluir, que la salud corporal afecta a nuestra salud psicología y todo ello va ligado a las percepciones de la vida, a como nos comportamos, sentimos, actuamos. Con el Shiatsu volvemos a recobrar esa conciencia de nuestro cuerpo, como nos sentimos, comenzando el camino para la sanación.
Shiatsu Zen
Dentro del Shiatsu existen diversas escuela y estilos, uno de lo más extendidos es el Shiatsu Zen, que fue propuesto por Shisuto Masunaga, unificando tres grandes vertientes, la psicología moderna actual, con el estudio del las raíces taoístas y budistas de la medicina tradicional china, y por último la experiencia de miles de casos clínicos.
En su trabajo Masunaga hace múltiples referencias al Zen, al trabajo profundo de los practicantes de Shiatsu, hacia la búsqueda del camino interior a través del aprendizaje, en la práctica curativa y humana.
Masunaga inicio un nuevo enfoque, recobrando la visión del pasado, pues no solo explico las técnicas sino que profundizo en el lado filosófico, siendo la faceta menos conocida del Shiatsu, posee una teoría propia que abarca los modelos occidentales y orientales de las enfermedades y su curación. Desarrollo un método tradicional de diagnostico, con la palpación del Hara (abdomen) y la espalda, creando una técnica individual para valorar el modelo energético y poder trabajar con los meridianos o canales energéticos en desequilibrio, con el fin de equilibrar los estados de energía descompensados. En resumen, un sistema avanzado y completo para el trabajo terapéutico del Shiatsu.
El Shiatsu Zen trabaja en distintos niveles, presión, estiramientos, relajación y conciencia corporal, es extraordinariamente flexible adaptándose así, a las necesidades especificas de cada persona, donde el que lo da, tanto como el que lo recibe, forman un todo para que la energía vital fluya y se pueda restablecer el equilibrio natural.
A través del tacto y del sentir, el practicante intenta comprender al receptor, no solo en sus disfunciones energéticas sino también psicológicas, esto nos lleva a reequilibrar y a que actúen las fuerzas sanadoras de nuestro propio cuerpo. No obstante la enfermedad es un desequilibrio de nuestras energías vitales y esto generalmente siempre tiene componentes psicológicos.
El practicante del Shiatsu Zen antes de comenzar una sesión observar al receptor, realizando una valoración visual de la cara y de la lengua, busca si hay desalineaciones estructurales y bloqueos corporales, palpa el Hara y la espalda, toma el pulso, para así poder valorar el modelo energético del receptor según la medicina tradicional china y determinar cuáles son los meridianos con los que va trabajar en esa sesión, para restablecer el equilibrio de la energía vital o Ki.
Para el receptor los suaves movimientos, las movilizaciones y estiramientos que se trabajan en el Shiatsu, unido a las presiones del pulgar en determinados puntos del cuerpo, que enlazan directamente con la mente y las emociones pueden hacer de la vivencia del tacto, una experiencia de relajación que le permite ser consciente de sí mismo al nivel corporal y emocional.
Con cada sesión de Shiatsu esta conciencia aumenta, mejorando así la armonía entre el cuerpo y la mente, fluyendo la energía que circula por los meridianos, produciéndose una salud integral física y emocional.
En resumen, con la práctica del Shiatsu Zen se consigue a nivel físico:
Un alivio del estrés y liberación de las tensiones, activación del sistema inmunológico, mejora del libido, disminución de los problemas menstruales, alivio del dolor de espalda y cabeza, se mantiene la forma física a través de los estiramientos y aumenta la vitalidad y la salud, mejorando así, la resistencia.
A nivel emocional:
Disuelve el estrés, promueve relajación y conciencia corporal, reequilibra la energía y calma la mente, mejora la calidad del sueño, promueve estados emocionales positivos y aumenta la autoestima.
SUMERSALUD, Herbodietética, Medicina Tradicional China en Zaragoza