REFLEXOLOGÍA y FLORES DE BACH

Dentro de las técnicas naturales es un método para estimular los reflejos correspondientes a cada parte del cuerpo en los pies con la finalidad de causar reacciones sobre ellas para recuperar el equilibrio de los sistemas del cuerpo y se realiza con el dedo pulgar, al ser el que tiene mayor fuerza. Se trabaja en cada sesión el pie completo no solo las zonas que manifiestan los problemas de esta forma se estimula todo el cuerpo para incitar el regreso a la homeostasis en todo sus complejos sistemas.

Se trabaja con las zonas reflejas en las manos, la ventaja de la reflexología manual es que se puede hacer prácticamente en cualquier sitio, desde un avión, tren o coche hasta una oficina, una tienda o en casa. Es una terapia segura y natural que puede emplearse para tratarse a uno mismo en cualquier momento y lugar con resultados sorprendentes.

La reflexología en las manos puede utilizarse como alternativa a la reflexología podal cuando la persona tiene una lesión en el pie, una pierna y un pie escayolados, También es opción para los mayores cuando les resulta dolorosa la reflexología podal.

En la cara, igual que en pies y manos, existen puntos reflejos que actúa sobre la totalidad del sistema nervioso favoreciendo la liberación de sustancias bioquímicas ligadas a la respuesta inmune y a los mecanismos de control del dolor.

Se realizan varias técnicas en la misma sesión, se estimulan los puntos de acupuntura de la cara que corresponden a distintos órganos, también con movimientos suaves que estiran ligeramente la piel y con particular intensidad donde se detectan y se trabajan los bloqueos en regiones del rostro relacionada con meridianos. Con movimientos cortos y energéticos se estimulan y activan extremidades, las articulaciones y estructura ósea en las zonas reflejas del rostro. Esta es la razón por lo que la Reflexología Facial ha demostrado ser eficaz en una gran variedad de trastornos.

Esta terapia reconocida por la OMS, fue descubierta por el médico y homeópata Edward Bach entre los años 1926 a 1934, creó un sistema de 38 esencias florales cada una de las cuales estaba destinada a tratar un trastorno psíquico distinto, de esta forma se eliminaban los conflictos interiores y consiguientemente sus síntomas físicos.

Consiste en determinar en qué estado o estados anímicos se encuentra la persona a tratar, seleccionando las esencias florales más adecuadas a su trastorno. Este preparado se administra en forma de gotas sublingual. No tienen efectos secundarios, pueden ser tomadas por niños, bebes y embarazadas, así como animales y plantas.