Para entender lo que aportan las Flores de Bach Gorse, recordaremos que, en ocasiones debemos pasar por situaciones tan difíciles en la vida que lo que nos queda luego de enfrentar tales circunstancias es un total estado de desesperanza, en el que no nos importa nada ni nadie. Parece que el camino ha terminado, que todo está perdido y que ya no hay remedio ni solución posible para aquello que nos pudiera estar afectando.
En tales condiciones de abatimiento la persona es incapaz de producir las fuerzas para levantarse por sí sola; son los estados anímicos que suelen manifestarse después de haber pasado por una situación extrema, una dura situación emocional, cuando se recibe la noticia de una enfermedad incurable o que requiere de un tratamiento prolongado con muy pocas probabilidades de curación, cuando se han debido enfrentar pérdidas cuantiosas de cosas o personas que significaban mucho en nuestras vidas. En esas circunstancias Gorse es la flor de Bach ideal para recuperar paulatinamente las ganas de vivir la vida.
El efecto de estas flores de Bach, es que generan el avivamiento de esa llama interna prácticamente desvanecida por el pesar y la frustración; la persona comenzará a recuperar la disposición a participar activamente como constructor de su propio destino, aun cuando la lucha que deba enfrentar requiera de una mayor fuerza interna. Despierta una visión diferente del panorama vivido, superando cualquier percepción negativa definitiva y extrema, entendiendo que en realidad no todo está perdido y que la única batalla en la que estaremos derrotados será aquella a la que nos enfrentemos pensando que no tenemos posibilidades de ganar.
Con la Flor de Bach Gorse, la persona podrá recuperar la fuerza interior necesaria para tomar las riendas de su vida y enfrentar con entereza las situaciones, conscientes de que nada es definitivo y que siempre es posible recobrar aun con mayor abundancia aquello que hemos perdido, la salud, el amor, la amistad, los bienes en fin todo. Asimismo, la esperanza no debe apagarse, es la luz divina que podemos ver al final aunque nos encontremos en un oscuro y largo túnel, debemos caminar hacia ella y esperar lo mejor para nosotros.