El Fen Shui es una milenaria técnica utilizada en China desde hace más de 4000 años para la armonización de los espacios a través de la disposición correcta de los diferentes objetos y ambientes que lo comprenden. Para ello, se considera la circulación del flujo de energía vital llamado chi, el cual según la filosofía taoísta se encuentra aún en los objetos inanimados y cuyo equilibrio puede afectar positiva o negativamente a las personas que habitan en un determinado lugar. Usualmente personas sensibles desligadas de estas ideas hablan de ambientes positivos y negativos, o de lugares muy cargados en los que la permanencia se hace incomoda y se suelen dar con frecuencia discusiones, pleitos, problemas personales y de salud; de acuerdo al Fen Shui esto se debe a esa mala organización de los elementos en el espacio y a la orientación de los mismos.
Según la sabiduría oriental el hombre busca de forma intuitiva permanecer en aquellos lugares donde el equilibrio energético funciona correctamente, en el Fen Shui, la fuerza vital chi, se mueve de acuerdo a la armonía entre dos tipos de energías que son opuestas y al mismo tiempo complementarias, estas son el yin y el yang. Dichas fuerzas se manifiestan cotidianamente en diversos elementos, tales como: la madera, la tierra, el metal, el fuego y el agua. De esta forma, en la arquitectura y la decoración de interiores, tanto de edificios como viviendas familiares, estas dos fuerzas deben estar en armonía, ya que la exagerada tendencia a que alguna de ellas prevalezca sobre la otra producirá ambientes difíciles de habitar para los seres humanos.
Asimismo, el Fen Shui considera la colocación de los objetos y edificios en relación con los puntos cardinales: norte, sur, este y oeste; esto debido a que el magnetismo terrestre que se da en cada punto cardinal es diferente y ejerce influencia sobre todos los seres vivos del planeta y sobre los fenómenos climáticos, en razón de ello, el Fen Shui generalmente, señala algunas recomendaciones puntuales que se pueden poner practica en nuestros hogares, entre ellas: tratar de posicionar la cama de forma que se pueda dormir en alineación con el eje norte-sur, colocando la cabeza hacia el norte y los pies hacia el sur, se dice que de este modo se predispone un descanso reparador y una relajación más profunda durante el sueño, así la persona se despertará sintiéndose totalmente renovado.
Sin embargo, aunque pueden existir muchas recomendaciones prácticas que poco a poco se han difundido como parte del conocimiento popular, el Fen shui va más allá de esto y requiere un estudio exhaustivo e individualizado de cada espacio en particular, considerado incluso las personas que conviven en el lugar, sus características personales e influencias astrológicas, así como los fines del espacio que se pretende armonizar, es decir, si se trata de una casa, un centro de negocios, una tienda, un edificio público, entre otros. Para ello, es necesaria la asesoría de un experto en la materia o maestro del Fen Shui, personas muy respetadas en la cultura asiática y cuyas recomendaciones se han seguido desde tiempos ancestrales incluso para el establecimiento de ciudades, poblados y centros de producción. No en vano se dice que Hong Kong es una ciudad que fue construida siguiendo los principios del Fen shui y de acuerdo a los estudios de los conocedores de esta área.
Una referencia moderna de esta filosofía es el “Hongkong and Shanghai Banking Corporation” (HSBC), el cual fue construido con el mar al frente y la protección de la montaña detrás se dice que descansa en el agua, lo cual en Fen Shui puede traducirse como “sentarse sobre una gran fortuna”, quizás por esto sea una de las instituciones financieras más fortalecidas del mundo. Esto se relaciona con el hecho de que Fen Shui significa literalmente “viento y agua”, y se afirma que la energía chi es acumulada por el agua y movida por el viento, por lo cual es importante crear las condiciones para aprovechar al máximo este poder energético antes de que sea dispersada por el viento.